ALBÓNDIGAS DE SEPIA, CON GAMBA BLANCA FRESCA Y JAMÓN








INGREDIENTES

1 sepia grande (en este caso 1kg 700gr.)
Miga de pan remojada en leche 
2 dientes de ajo exprimidos o, muy picados
250 gr. de gamba blanca fresca
1 loncha de jamón muy finita y muy picada
1 huevo
Perejil muy picado
Sal
Pimienta recién molida
Harina para rebozar
Aceite para freír


Salsa

1 cebolla mediana
100 ml. de vino blanco seco
300 ml. de fumet de pescado 
1 guindilla
30 ml. de aceite de oliva virgen extra
1 hoja de laurel
Sal









ELABORACIÓN

  • Trocear o, pedirle al pescadero que trocee la sepia, para luego en casa, picarla más menuda con el robot de cocina o la batidora  y el útil  de "picar carne".
  • Picar los ajos, el jamón, y el perejil muy finos. Reservar.
  • Pelar las gambas y cortar las colas en 4 trozos. Reservar
  • Colocar en un bol todos los ingredientes (sepia, gambas, jamón, perejil, pan remojado en leche y escurrido, huevo entero, sal y pimienta). Mezclar bien. Resulta una mezcla blanda y jugosa.
  • Formar las albóndigas. 
  • Rebozarlas en harina.
  • Freírlas en abundante aceite a temperatura media y pasarlas a la cazuela donde las vayamos a cocinar. Reservar.

Salsa

  • Rehogar en una sartén con los 30 ml de aceite, la cebolla picada, la guindilla y la hoja de laurel.
  • Añadir el vino blanco, que hierva 2 minutos.
  • A continuación el fumet de pescado o agua.
  • Dejar cocer todo junto, unos 20 minutos
  • Probar y rectificar de sal si es necesario

Acabado

  • Pasado ese tiempo, pasar la salsa por el pasapurés y añadirlo a las albóndigas que ya tenemos en la cazuela.
  • Cocinar todo junto 10 minutos y servir caliente.




NOTAS

Son un bocado exquisito.

Acompañar con arroz, patatas fritas, cocidas...

Al triturar la sepia deberá quedar algún trocito entero, de más o menos, medio cm.

Utilizo la gamba blanca fresca porque es más fina y más delicada de sabor, pues en otra ocasión probé con gamba arrocera y el resultado fue nefasto, pues se apoderó del sabor del guiso y no es lo que se pretende.

Las cabezas congelarlas para una futura sopa de pèscado.

Cómo la mezcla queda muy blanda, resulta un poco trabajoso la formación de las bolas, pero con un poco de paciencia todo se consigue. Las bolas aunque las redondeemos bien, al final por el peso se aplanan un poco pero no importa porque también las hace especiales. 

Aunque las albóndigas estén blandas, se frien muy bien.


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